Ésta era una fiesta que se comenzó a celebrar en la década de los 70 con el fin de atraer a turistas a nuestra localidad. Para ello, se aprovechaba el edificio de la lonja de pescados en el puerto pesquero, donde se asaban sardinas y se ofrecían éstas de modo gratuito en una bandeja junto con una cerveza.
Sin embargo, los tiempos cambian y la fiesta, tras unos años sin hacerse, ha tomado otro cariz, ya que no se lleva a cabo la acampada en nuestras playas, puesto que era ilegal. Actualmente solamente se hace la entrega de sardinas junto con el refresco, pero ahora se ofrecen a un precio módico. Para ello, colaboran distintas peñas y asociaciones, que son los encargados de asar las sardinas.