Se trata de la única playa urbana con la que cuenta la población de Barbate, con un gran Paseo Marítimo que alberga numerosos restaurantes, cafeterías y facilita el acceso a la playa.
En su extremo noroeste, la escollera del puerto de la Albufera limita la playa y permite ver las almadrabas caladas desde abril hasta agosto.
En el otro extremo, una gran barra de arena se extiende hasta la desembocadura del río Barbate, a la cual solo se puede acceder a pie desde la orilla. Su principal característica es el color blanco de sus finas arenas.
En 2018 obtuvo el Certificado de Calidad Turística.